Origen

El origen exacto del balancín belga se pierde en la historia, pero se cree que se remonta a mediados del siglo XIX en Bélgica. Su diseño simple y su facilidad de uso lo convirtieron rápidamente en un método de preparación de café popular en los hogares y cafeterías belgas. En los últimos años, el balancín belga ha experimentado un resurgimiento en popularidad entre los aficionados al café que buscan una forma alternativa de preparar café con un sabor excepcional.

  

Instrucciones de preparación - 2 Tazas

Ingredientes:
- 20 gramos de café molido (molienda media-fina)
- 300 ml de agua
- Fuente de calor o mechero

Preparación:
- Agrega el café molido al recipiente que realiza el filtrado.
- Ahora del otro lado, llena el recipiente que contiene el agua y enciende el mechero debajo del mismo. 
- A medida que el agua se calienta, comenzará a subir el recipiente del agua y a balancearse, pasando el agua de un lado al otro; ya en el otro lado el café se infusiona.
- Una vez haya pasado toda el agua de un recipiente al otro y el café se haya infusionado, retira el mechero para que baje la presión del contenedor del agua.
- Poco a poco el café filtrado pasará de nuevo al recipiente del mechero, espera a que pase en su totalidad
- Sirve tu café de balancín y disfruta de su sabor equilibrado y aromático.

 

El balancín belga es una excelente manera de disfrutar de una taza de café especial equilibrada, aromática y con un sabor excepcional. Su diseño simple, su facilidad de uso y su capacidad para producir una taza de café consistente y de alta calidad lo convierten en una herramienta ideal para baristas caseros y profesionales por igual. Si buscas una forma alternativa de preparar café con un sabor excepcional, el balancín belga es definitivamente una opción que vale la pena probar.

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